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Oxígeno

Sabía que no volvería a verla ¿lo sabía? era un presentimiento. Sus ojos se cerraban lentamente mientras sus labios buscaban mi boca. Su mirada era tan tierna... nunca había visto ternura en sus ojos. Siempre tristeza, mirada sombría, acaso un brillo pretendía salir, pero...

¿Sabes lo que más me gustaba al estar con ella? Sus abrazos. Sentir cómo me rodeaba y entonces apretaba su cuerpo con el mío. La extraño, es raro... apenas nos conocíamos pero la echo de menos. Acabo de saber de su partida y ya la extraño. Apenas se está marchando, ni siquiera conozco su destino ¿por qué la extraño?

La realidad es incierta, me supongo tranquilo pero conciliar el sueño se está convirtiendo en tarea difícil. Necesito respirar, por favor... necesito respirar y la opresión en el cuello se vuelve insoportable. Me falta el oxígeno, quiero sentirlo en mi cuerpo.

Hoy es un día triste, las nubes ensombrecen más mi sentimiento amargo. Pensar que justo en este momento se va, con pena, mirando por la ventanilla las mismas gotas de lluvia que caen a mis pies. Su equipaje lleno de lágrimas pesa y hace su andar más lento.

Mi cuerpo deja de sentir y tiemblo. Necesito respirar, por favor... necesito respirar y la opresión en el cuello se vuelve insoportable. Me falta el oxígeno, quiero sentirlo en mi cuerpo. Por favor, necesito oxígeno.


Ahora tengo complejo de poeta, bastante malo por cierto, pero la poesía es de quien la necesita